Porque la encuesta “grandes Chilenos” de TVN esta referida a los héroes patrios con los cuales el pueblo siente una verdadera identificación. De tratarse de una encuesta referida a los chilenos preferidos por la élite, no sería necesaria una votación. Para la aristocracia las figuras centrales siempre han sido (en este orden, aparentemente):
Diego Portales, Arturo Alessandri Palma y Augusto Pinochet.
Pinochet: Un mono con ametralladora

"Aqui No se mueve una hoja sin que yo lo sepa"
Tres años de gobierno democrático de un socialista como Salvador Allende fueron suficientes para colmar la paciencia de Washington, la aristocracia y los altos oficiales de las Fuerzas Armadas, gatillando una de las mas oscuras confabulaciones del siglo XX. El comandante en Jefe de la Armada, José Toribio Merino, y el Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea, Gustavo Leigh, planifican un golpe de estado el día 11 de septiembre de 1973 con el objetivo de derrocar al Gobierno socialista de Salvador Allende. Una condición esencial para el éxito de esta operación era la adhesión del Ejército. El cual estaba dirigido por un entonces desconocido, humilde y constitucionalista oficial de bajo perfil, que incluso gozaba de la confianza del propio Allende. Augusto Pinochet Ugarte fue un polizón de última hora en aquel pronunciamiento militar que venia siendo planificado desde hace varios meses.
Augusto nunca fue un buen alumno, aunque siempre fue persistente y ambicioso. Dos veces no fue aceptado en la Escuela Militar. Solo en su tercera postulación consiguió ingresar a la academia castrense. Lugar donde nunca destacó. En el ejercicio de la vida militar, su nombre tampoco tuvo mayor relevancia. Hasta ese 11 de septiembre. Cuando de “Golpe”, Augusto paso a convertirse de un chico humilde y mediocre a un poderoso gobernante de facto. Corroído por la ambición, se encargo de que los otros miembros de la Junta Militar fueran perdiendo importancia. Hasta que el poder del país quedara exclusivamente en sus manos. No conforme con ello, estableció un “culto a su personalidad” autoproclamándose como “el salvador de Chile”. Su tiranía logro extenderse durante 17 años. Al final de los cuales, se encargo de dejar todo listo para vivir con tranquilidad el resto de sus días.
La «justicia en la medida de lo posible» de Patricio Aylwin había tendido un manto de impunidad para el dictador en Chile. Pero en Europa los dictadores no son bienvenidos. El juez Baltasar Garzón le recordó al mundo que los crímenes contra la humanidad deben ser condenados.
Pinochet representa el típico caso del hombre medio ignorante que un día recibe un gran poder y que es incapaz de asumir la gran responsabilidad que ese poder conlleva. Es por ello que su legado no logro perdurar en el tiempo. Hoy por hoy, la condena a su dictadura tiene carácter universal. La mayoría de sus antiguos colaboradores y simpatizantes simplemente lo niegan.

"Con estos amigos, quien quiere enemigos"
Pinochet, fue un aprovechador de último momento que tuvo sus días de gloria; pero ninguno de los grandes tiranos aprueba el juicio de la historia. Así como los alemanes no nombrarían a Hitler como un “gran alemán o los italianos no designarían a Mussolinni como un gran italiano; la inmensa mayoría de los chilenos tampoco postularan a Pinochet como un gran chileno.
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